Real Madrid, charanga, pandereta y la vergüenza de la NO justicia (Ivar Matusevich)


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“La España de charanga y pandereta, /cerrado y sacristía, / devota de Frascuelo y de María, / de espíritu burlón y de alma quieta, / ha de tener su mármol y su día, / su infalible mañana y su poeta”.

Sergio Ramos no fue sancionado debido a los puristas como ridículos formalismos que, por defecto, imponen la expresividad por encima del hecho punible. No importa que el andaluz entre mal y tarde mientras la prensa de la capital lo lleva a los altares de la perfección centralista. Qué más da que partido sí y partido también, golpee de forma alevosa por detrás –Copa del Rey- o agreda con un codazo descalificador que no fue sancionado como debía –penalti y roja directa ante el Rayo-. La letra por encima del “delito”. España de charanga y pandereta.

“El vano ayer engendrará un mañana / vacío y ¡por ventura! pasajero. / Será un joven lechuzo y tarambana, / un sayón con hechuras de bolero; / a la moda de Francia realista, / un poco al uso de París pagano, / y al estilo de España especialista / en el vicio al alcance de la mano”.

José Mourinho gesticula, divide -esperando lealtades fanáticas -a la selección española, dinamita la relación de viejos compañeros, lanza stukas de dudas sobre sus rivales y se eleva, como dios supremo de vodevil venido a menos, por encima de los comunes mortales. Admira a los fascistoides del fondo sur, cree que son ellos el ejemplo de afición que su megalomanía requiere -¿cuándo los echará el Real Madrid?- mientras fuera del Bernabéu demuestran su fe en el odio y la exclusión del diferente. José Mourinho insulta al árbitro, decide dejar sin voz al Real Madrid y huye hacia su caverna interesada mientras es sancionado con una sola fecha.

“Esa España inferior que ora y bosteza, / vieja y tahúr, zaragatera y triste; /esa España inferior que ora y embiste /cuando se digna usar de la cabeza, / aún tendrá luengo parto de varones /amantes de sagradas tradiciones / y de sagradas formas y maneras; / florecerán las barbas apostólicas / y otras calvas en otras calaveras / brillarán, venerables y católicas”.

Rui Faria, otro de los integrantes de la jauría de Mourinho, el que no habla y no dice, el que aplaude y pone cara de nada mientras es expulsado por cuarta vez, ocupando un puesto de esplendor en el ranking de solventes pendencieros. Una jornada, pensó el Comité, que hacía justicia con el convidado de pizarra. Absurdo, por lo menos.

“El vano ayer engendrará un mañana / vacío y ¡por ventura! pasajero, / la sombra de un lechuzo tarambana, / de un sayón con hechuras de bolero, / el vacuo ayer dará un mañana huero.  / Como la náusea de un borracho ahíto / de vino malo, un rojo sol corona / de heces turbias las cumbres de granito; / hay un mañana estomagante escrito /en la tarde pragmática y dulzona”.

Mesut Özil redunda en el ejemplo de Faria y «ningunea» al árbitro, mira como ve, con cara de pandereta, arrepentido, vacuo y siervo ejemplo de la impertinencia no sentida, cabizbajo, avergonzado, sorprendido porque se acabó la bula y lo que hasta hace días era norma, ahora se volvió garrote. Una jornada de descanso para otro de los protagonistas del escándalo final. Lo único que falta es que inoculen ignorancia –como lo de la mano levantada de Paradas- y digan, sin querer en forma de parodia absurda, que coartaron su libertad de expresión. Que nadie dude, todo puede pasar en el intento de detener la caída libre del gigante que empieza a reptar.

“Mas otra España nace, / la España del cincel y de la maza, / con esa eterna juventud que se hace / del pasado macizo de la raza.  / Una España implacable y redentora, / España que alborea / con un hacha en la mano vengadora, / España de la rabia y de la idea”.

Y por último, el paradigma del Real Mourinho: Pepe. El que machacó a Casquero en el suelo, el que golpea sin ton ni son, el que plancha rivales, el que pisa a Messi, el que pierde los papeles que nunca tuvo y por el único que Mourinho pidió públicamente para que el adrid le pague una fortuna y le renueve, insulta e injuria, maltrata y coacciona, pero recibe 2 jornadas cuando debieron ser, al menos, el doble.

Lamentablemente, el sueño de Don Antonio Machado (versos en negrita), la España que nace de la rabia y de la idea, por ahora, y según los vientos que soplan con el calor y el facto de la impunidad, sigue siendo la de charanga y pandereta, la del país que, si no cambiamos rápido, pocos podrán respirar sin asco.

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Una respuesta a Real Madrid, charanga, pandereta y la vergüenza de la NO justicia (Ivar Matusevich)

  1. Jcvi dijo:

    Machado poeta de España para el mundo. El Real Madrid se desvanece en su grandeza por un grupo artero que sobre pone el valor de la bajeza por encima de la estirpe que ahora los cobija con su color blanco, o debiéramos decir que el rojo de su uniforme ahora representa la violencia en el campo y fuera de él? Se desvanece la grandeza a manos de quien ha sido grande en resultados deportivos pero que ha perdido el rumbo en lo ético en la impotencia de no poder ganar en buena lid y mucho menos reconocer o saber perder ante quien le ha sido mejor en un juego, por que recordemos que el fútbol sólo es un juego y no un campo de batalla.

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